« Los niños, por naturaleza, son entusiastas, apasionados y curiosos. Lo que se llamó pereza muchas veces no es más que un despertar de la sensibilidad, una incapacidad psicológica para someterse a ciertos deberes absurdos y un resultado natural de la educación distorsionada y desequilibrada que se les da. Esta pereza, que conduce a una renuencia insuperable a aprender, es, contrariamente a las apariencias, a veces una prueba de superioridad intelectual y una condena del maestro. »
Octave Mirbeau,
Autor rebelde (1850 ‐ 1917)
Escritor y anarquista francés